Lo importante no es ya lo que somos, sino lo que podríamos llegar a ser si nos esforzáramos lo suficiente por cumplir nuestros sueños. La constancia en un propósito definido puede cambiar radicalmente nuestras vidas. Gota a gota horada el agua a la piedra. Hay muchas personas inteligentes y fuertes, pero pocas personas constantes. Como dijo William Shakespeare: “Si el hombre fuera constante, sería perfecto.”
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