18 enero 2024

Pueblo encantado de Melegís

 



En Melegís, valle de blancura encalada,

Donde el sol acaricia casas bañadas.

Entre naranjos y limoneros danzantes,

Olivos testigos de tierras vibrantes.

 

Canta el zorzal, la mirla en su melodía,

Acompañando al río, que apenas murmulla el día.

Torrente es su nombre, aunque modesto en caudal,

Refleja la esencia de este rincón especial.

 

A la izquierda se alza Sierra Nevada imponente,

Su majestuosidad en el horizonte se siente.

Desde el mirador de las Alvirillas se atisba,

El pantano de Beznar, en quietud se enriza.

 

Al fondo, el cerro sostiene la ermita,

Del Santo Cristo del zapato, que a todos invita.

A la derecha, cerca del pantano resplandece,

Restábal, el pueblo que al paisaje engrandece.

 

La iglesia de torre mudéjar se erige con gracia,

Testigo del tiempo, en su historia abrazada.

A la entrada, un olmo centenario se inclina,

Guardián de secretos que el viento imagina.

 

En la Fuente lavadero, donde el tiempo reposa,

Mujeres lavaban sueños entre risas hermosas.

Melegís, joya en El Valle, de encantos lleno,

Donde el pasado y el presente entrelazan su vuelo.

 


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