03 julio 2025

Afiladores


 🌾🔪 AFILADORES: UN OFICIO DE ANTAÑO EN EL VALLE DE LECRÍN 🔪🌾


En el  Valle de Lecrín, entre sus paisajes llenos de historia, resonaba hace décadas el inconfundible sonido del “chiflo” 🎶, la pequeña flauta de pan que anunciaba la llegada del afilador. Este oficio, casi extinto, era una pieza clave en la vida de nuestros pueblos, donde la cultura de reutilizar era la norma. 🛠️ 


¿Quieres saber más sobre esta profesión llena de tradición? ¡Sigue leyendo! 👇


🔨 ¿En qué consistía el trabajo del afilador?

  

El afilador era un artesano ambulante que recorría las calles y los caminos del Valle de Lecrín, ofreciendo sus servicios para devolver el filo a herramientas esenciales: cuchillos de cocina, tijeras de sastre, navajas de barbero, hachas para la leña y hasta utensilios agrícolas. 🪓 Su labor era vital para agricultores, ganaderos, carniceros y familias, quienes dependían de sus herramientas en perfectas condiciones para el día a día. En una época sin la cultura del “usar y tirar”, el afilador prolongaba la vida útil de estos objetos con su destreza. 💪


🚴 ¿Cómo se transportaban?

 

Los afiladores del Valle de Lecrín, como muchos en España, eran verdaderos trotamundos. En sus orígenes, cargaban a la espalda una “tarazana” o rueda de afilar, un artefacto pesado que demostraba su esfuerzo físico. 💦 


Con el tiempo, evolucionaron hacia carritos de madera, bicicletas adaptadas 🚲 y, más tarde, motocicletas 🏍️ con esmeriles mecánicos montados en la parte trasera. Estos vehículos no solo facilitaban el transporte, sino que también eran talleres móviles, llevando la magia del afilado a cada rincón del valle. 🌄


⚙️ ¿Cómo afilaban tijeras, cuchillos y hachas?

 

El arte del afilado requería experiencia, paciencia y un ojo para el detalle. 🔍 El afilador usaba una rueda de piedra o esmeril, que giraba mediante pedales o un motor. El proceso variaba según la herramienta:  


- Cuchillos 🔪: 

Se pasaban por una piedra gruesa para desbastar y luego por una más fina para lograr un filo preciso, ideal para cortes de cocina o carnicería.  


- Tijeras ✂️: 

Requerían un cuidado especial para mantener el ángulo correcto, asegurando que cortaran limpiamente telas o cabello.  


- Hachas 🪓: 

El afilado era más robusto, usando piedras de grano grueso para dar forma y resistencia al filo, perfecto para cortar leña o trabajar en el campo.  


El afilador manipulaba cada utensilio con precisión, a menudo a pulso, mientras las chispas saltaban y el sonido del esmeril llenaba el aire. ✨ Este proceso no solo era técnico, sino casi mágico, devolviendo vida a herramientas desgastadas. 


🌟 Un legado en extinción

 

Hoy, el sonido del chiflo es un eco del pasado, reemplazado por la modernidad y el consumismo. Sin embargo, en el Valle de Lecrín, la memoria de los afiladores sigue viva, recordándonos una época donde la artesanía y la sostenibilidad eran parte de la vida cotidiana. 🕰️ 


📢 ¿Recuerdas a los afiladores en tu pueblo?


Cuéntanos tus recuerdos en los comentarios y comparte esta historia para mantener viva la tradición. 💬


 ¡Hagamos que este oficio no caiga en el olvido!  


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