31 marzo 2011

Irisación Fantástica

     


     
     “Cojo un libro, empiezo a hojear sus páginas y observar las láminas de colores. De pronto, apareces niñita, flotando en vivo rosa y amarillo, ingenua y tierna. El color rosáceo que te rodea, te engalana, te recubre de confortable bienestar. A lo lejos, un verde ajeno, que ignoras totalmente.
La Luz surge de tu derecha, se refleja con intensidad en una parte de tu melena, hacindo que ésta se difumine y confunda con tu vestido. Al trasluz de tu cabellera, se percibe una tenue proyección anaranjada que se va oscureciendo a través del flequillo.
La lisura de tus delicados cabellos, desciende hasta tus hombros, realza tu encanto, enjoya tu rostro.
Posiblemente esté abstraída, en al percepción de algo que contemplas más allá de tu mano; o quizá sea, que has detenido tu mirada para evocar algún dormido recuerdo.
Tu naricilla, redondeada, primorosa, da paso a la composición de tu boca. Tus labios, frescos y húmedos, entreabiertos relajan tu cara dejándola flácida, dándole más expresión y jovialidad a tu semblante terso y claro.
Difuminada en tu faz una fina película de indeciso color, te maquilla. La sombra del pequeño ramo de flores, plasmada a la altura de tu pecho, simula una mancha encarnada que intenta abrir paso a la emoción.
El Amor y la Sabiduría que necesitas están contenidos en tu pompa de irrealidad, que te sumerge en un paraíso de contemplación. Te falta, el Poder, que no te otorga tu inocencia.
Parece que ya aspiraste la suavísima fragancia del ramillete que sostienes; por lo que decidiste pasar dos de tus dedos, por una de sus hojas para sentir su agradable tacto.
En este momento envuelta en un halo de ensueño, distante, fantaseas la existencia, vives la ilusión de un sentimiento que ahora desabrocha de un rincón de tu corazón.
Un sano orgullo de vitalidad te ruboriza. Una incesante placidez te embriaga en la continua emanación de tu dulzura.”

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