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| Joaquín García Morillas |
En su pregón recitó el siguiente poema:
¡Ay Saleres! Mi Saleres
Pueblo blanco, río Santo,
Aguas claras, fuentes verdes,
Cuna inmensa de placeres,
Harén de bellas mujeres.
Cielo azul de estrellas tachonado
Vivido en cada noche
Y a tu lado,
Refugio de poeta enamorado.
Eres parte del Valle de Lecrín
Su significado la alegría.
Tu encanto para mi no tiene fin,
Mi amor por ti se aumenta cada día.
El colorido de tu entorno natural
Ha impresionado la retina de mis ojos,
Librando mi corazón de todo mal
Para adorándote caer de hinojos.
Paraíso de las flores más silvestres,
Refugio de pajarillos bulliciosos,
Que entre las zarzas y rocas más agrestes
Se aman con su trinos primorosos.
Entre olivos y naranjos,
Almendros y limonenos,
Nacen las más bellas flores
Al borde de los senderos.
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