🌀 EL MOLINO DE LA BLANCA DE SALERES 🌾
🏡 HISTORIA Y ENTORNO
El Molino de la Blanca, situado junto al río Santo en Saleres (Granada), es una de las joyas patrimoniales más representativas del Valle de Lecrín.
Originalmente, funcionó como molino hidráulico dedicado a la molienda de harina y a la producción de aceite, aprovechando la fuerza del agua que discurre por el cauce del río.
Su estructura tradicional —con vivienda, molino, almazara y cuadras— muestra la unión entre la vida familiar y el trabajo agrícola. Las dependencias se articulan en torno a un amplio patio, donde llegaban las bestias cargadas de grano o aceituna.
⚙️ MAQUINARIA Y FUNCIONAMIENTO
En su interior todavía se conservan elementos originales que hablan de una época de ingenio y esfuerzo rural:
🪣 La caldera, donde se calentaba el agua.
🔄 La amasadora o termo-batidora, una máquina patentada.
🧱 Las piedras de molienda, de las que aún se observa una completa.
💪 La prensa hidráulica, grabada con la inscripción:
> “RODES HERMANOS – EL VULCANO – ALCOY”.
El molino era de dos piedras y contaba con un tornillo sin fin que subía la aceituna hacia la molienda. A un lado se conserva el pozo donde se vertía el aceite recién extraído.
🐂 LA ÉPOCA DEL GANADO
Cuando dejó de utilizarse como molino, a partir de los años 70, las dependencias se adaptaron para albergar ganado vacuno.
En torno al patio se levantaron pesebres y habitáculos donde las familias criaban animales, reflejo de una economía doméstica que intentaba sobrevivir tras el declive de la molienda.
🐄 Estos recintos no destacan tanto por su valor histórico como por su significado: testimonio del trabajo y la dedicación de muchas familias de la comarca al cuidado del ganado, hasta que la escasa rentabilidad provocó su abandono progresivo.
⚡ TRANSFORMACIÓN Y DEVOCIÓN
El patio conserva aún un transformador eléctrico, añadido durante la última etapa de funcionamiento del molino, cuando se intentó modernizar con energía eléctrica.
En la entrada principal, que mira hacia el río y no hacia la carretera moderna, se encuentra el nicho de una hornacina, donde antiguamente se situaba la imagen del santo protector del molino. 🌿
Era habitual encomendar el trabajo a un patrono, quizá San Isidro o San Antonio, invocando su bendición para la cosecha.
🌅 TESTIGO DEL TIEMPO
Hoy, el Molino de la Blanca permanece como huella viva del pasado rural de Saleres, un rincón donde aún se percibe el olor del aceite y el sonido del agua corriendo por los antiguos canales.
Sus muros, piedras y utensilios nos hablan del ingenio de aquellos hombres y mujeres que, con esfuerzo, supieron sacar sustento de la tierra y del río.
📸 Fotos: Adurcal.com
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