Nuestro trocito de mosaico

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   Cada uno tenemos una visión distinta del mundo, y cada uno infringimos a nuestras obras nuestro sello personal, lo que no hagamos nosotros no lo va a realizar nadie. Quizás no sea mucho lo que yo pueda aportar en esta vida, quizá no sea mucho lo que una persona sola pueda aportar a esta vida, pero es importante que ese poco que podamos hacer lo hagamos, si no lo hacemos, donde debía quedar nuestro granito de arena aportado a esta vida, quedará un vacío por toda la eternidad.

Lo que no ejecutemos nosotros no lo va a realizar nadie; quedará ahí ese vacío para siempre, un vacío donde debía estar nuestro trocito de mosaico para formar el rompecabezas del mural. Un vacío que quedará por siempre, un vacío irreparable.

He de trabajar y aprender lo que me permita el día, aportando todo lo mejor que en ese momento esté preparado para dar a la vida y a los demás.