27 abril 2025

Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro


 Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro: El Médico Humanista de Acequias y Talará


Hoy queremos rendir homenaje a una figura excepcional, Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro, un médico y militar español nacido en Marbella el 1 de enero de 1862, cuya vida estuvo marcada por la dedicación, el valor y un profundo sentido humanista. Aunque es conocido por ser uno de los “Últimos de Filipinas” en el heroico Sitio de Baler, su labor como médico rural en los pueblos de Acequias, Talará, Chite y Mondújar, en el Valle de Lecrín (Granada), merece un lugar destacado en su historia.


Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada en 1886, Rogelio decidió abrazar la medicina rural en una época de grandes dificultades. A los 24 años, se instaló en Talará, un pequeño municipio del Valle de Lecrín que, junto a Chite, Acequias y Mondújar, reunía a poco más de 1.700 habitantes. Estas comunidades vivían de la agricultura, la ganadería y la silvicultura, pero enfrentaban retos como la devastadora filoxera que arrasó los viñedos en 1889, el terremoto de 1884 y la epidemia de cólera de 1885, que dejó 63 afectados y 13 víctimas solo en Talará. En este contexto, Rogelio se convirtió en un pilar para la región, atendiendo a los enfermos con una entrega que trascendía su profesión.


Durante sus 11 años en el Valle de Lecrín (1886-1897), Rogelio no solo ejerció como médico, sino que se involucró profundamente en la vida de las comunidades. Su labor era integral: visitaba a los enfermos a pie, ofrecía consuelo y aplicaba sus conocimientos en un entorno rural donde los recursos eran escasos.


 En Talará, dejó una huella imborrable, como lo demuestra el armonio que donó a la iglesia del pueblo, un gesto que refleja su conexión con la comunidad. Su trabajo también incluyó evaluar a los jóvenes reclutados para la guerra de Cuba, una experiencia que, junto con la muerte de su hermano Francisco en 1892 y, según algunos, un desengaño amoroso, pudo haber influido en su decisión de alistarse como médico militar en 1897.


Rogelio Vigil de Quiñones no solo fue un médico de pueblo; fue un hombre que llevó esperanza a Acequias, Talará, Chite y Mondújar en tiempos difíciles. Su legado en el Valle de Lecrín sigue vivo, recordado en homenajes como el de 2015 en Lecrín, donde se propuso nombrar el Centro de Salud de Dúrcal en su honor, y en la placa conmemorativa colocada en el consultorio médico de Talará.


Más allá de su etapa rural, Rogelio se convirtió en un héroe nacional en Filipinas, donde, durante el Sitio de Baler (1898-1899), salvó vidas combatiendo el beriberi y atendiendo tanto a sus compañeros como a los enemigos heridos, demostrando su profundo humanismo. Su vida, que culminó en Cádiz en 1934, es un testimonio de servicio y valentía.


En Marbella, un parque y una calle llevan su nombre, y en Sevilla, el antiguo Hospital Militar fue bautizado en su honor. Sin embargo, en el Valle de Lecrín, su memoria resuena en el corazón de quienes aún recuerdan al médico que caminó sus senderos para sanar cuerpo y alma.


¡Comparte esta historia para que el legado de Rogelio Vigil de Quiñones, el médico de Acequias y Talará, siga inspirando a nuevas generaciones! 


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