18 julio 2025

Vitaliano Fortunio

Miguel Ángel Molina Palma y Vitaliano Fortunio respectivamente 

 📰 Vitaliano Fortunio: La voz del Valle con alma de legionario


✍️ Por [Miguel Ángel Molina Palma]


Vitaliano Fortunio, conocido cariñosamente como "Tony" por los vecinos del Valle de Lecrín, es mucho más que un periodista: es un testimonio vivo de lucha, adaptación, amor por la verdad y entrega a una tierra que hizo suya. Nacido en Gioiosa Ionica (Calabria, Italia) y criado en Francia, su vida es un puente entre culturas, idiomas, guerras y redacciones, con un punto de llegada claro: Granada y su Valle.


🌍 De Calabria a Francia: los orígenes de un alma inquieta


Calabria, en el sur de Italia, con sus valles, montañas y brisa marina, dejó una impronta geográfica y emocional en Vitaliano. Sus paisajes —como él mismo ha dicho— se parecen tanto al Valle de Lecrín que al llegar aquí supo que este lugar era, también, su hogar.


El 7 de julio de 1950, siendo aún niño, entró en Francia junto a su familia, huyendo de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Su padre había sido capitán del ejército de Mussolini, pero tuvo que emigrar por las difíciles circunstancias tras el conflicto. Allí, en Francia, Vitaliano se crió “con los franceses, con los niños, con el fútbol” y entró como aprendiz de sastre, su primer oficio.


🪖 La Legión Extranjera: forja de un carácter


A los 21 años, tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: se alistó voluntariamente durante cinco años en la Legión Extranjera Francesa. Sirvió en la Guerra de Argelia (1957–1962), un conflicto duro, donde aprendió los valores que nunca ha abandonado: respeto, amistad, disciplina, familia y fortaleza interior.


Durante esos años, además de su valor militar —fue condecorado por recuperar el fusil de un soldado muerto en lo alto de una montaña—, destacó como deportista. En el equipo de fútbol de la Legión, fue máximo goleador en la temporada 1958–1959, con 104 goles como delantero centro. Puede parecer exagerado, pero “fue así”, como él mismo afirma.


🖋️ Del uniforme al micrófono: un camino hacia el periodismo


Después de su experiencia militar, Vitaliano cambió las trincheras por las redacciones. Se trasladó a Madrid, donde empezó a colaborar con el Diario AS. Allí conoció al legendario Miguel Vidal, presidente de la Asociación Nacional de Reporteros Deportivos, quien le entregó su carné oficial de periodista y le inculcó el respeto por el oficio.


Sus crónicas e intervenciones deportivas lo llevaron a entrevistar a figuras históricas del deporte y la política:


A Diego Armando Maradona, en su casa de Nápoles.


Al entonces presidente español Felipe González, en el Restaurante El Capricho con motivo de su visita por las elecciones. 


A Silvio Berlusconi, lo conoció en un encuentro inesperado la noche del 3 al 4 de marzo de 1990 en el Hotel Ritz de Madrid, durante la inauguración de Telecinco. Posteriormente, lo  entrevistó en el Teatro Lope de Vega, en plena Gran Vía.


También conoció a Julio Iglesias, cuando este era portero del Real Madrid.


Durante años, combinó su labor como periodista con otra pasión: el fútbol. Entrenó a equipos regionales del Real Madrid, aportando su experiencia y carácter fuerte a los vestuarios juveniles de la capital.


🚗 Un accidente, un giro, y el inicio de una nueva etapa


Un accidente de tráfico marcó un punto de inflexión. Tras este suceso, Vitaliano decidió dejar Madrid y trasladarse con su esposa, María Mercedes, a Italia, donde nació su hija Fabienne Fortunio. Poco después, regresaron a España y se establecieron definitivamente en Granada, más concretamente en el entorno del Valle de Lecrín, donde comenzaría la etapa más influyente de su vida.


🗞️ El Valle de Lecrín: el periodista y su periódico


En 1994, se une a la cuarta época del periódico comarcal El Valle de Lecrín, medio fundado originalmente en 1912. Con determinación, Vitaliano se convierte en director, coordinador y propietario. El periódico recupera entonces su fuerza: crónicas, entrevistas, historia, oficios antiguos, memoria colectiva, y sobre todo: verdad, respeto y compromiso moral.


Su trabajo no solo fue periodístico, sino social y cultural. Llevó el periódico a las aulas, como al Instituto Alonso Cano de Dúrcal, donde explicó a los jóvenes el arte de informar sin manipular. Dio voz a agricultores, alcaldes, vecinos, artistas, asociaciones y cronistas. Su enfoque era horizontal y plural: dar espacio a todos sin colores políticos, solo con el objetivo de servir a la comarca.


Además, impulsó otras iniciativas:


Fundó una empresa de informática en El Padul y Sevilla, promoviendo la formación digital.


Puso en marcha junto a su familia una planta de áridos y hormigón en Lecrín, con la cantera “Millón 48”, generando empleo y arraigo industrial.


👨‍👩‍👧 Legado vivo: Fabienne Fortunio toma el relevo


Desde 2023, la dirección del periódico la ha asumido su hija Fabienne Fortunio, acompañada por la directora adjunta Fina López. Juntas han dado un aire renovado al medio, adaptado a los tiempos digitales, sin perder los valores que Vitaliano siempre defendió.


El equipo actual incluye colaboraciones desde Dúrcal, Nigüelas, El Padul, Madrid, Granada e incluso el extranjero, con nombres como Antonio Serrano, Antonio Gil de Carrasco, Carmen Ríos Melguizo, Antuán, Francisco Rodríguez, Isidoro Villena, Carmelo García Campo, Eduardo Ortega y más.


En una charla reciente, Fabienne reafirmó los pilares del periódico: verdad, moral y respeto.


🏅 Reconocimiento público


El 28 de febrero de 2019, el Ayuntamiento de El Valle le otorgó el título de "Amigo de El Valle", en un emotivo acto celebrado en el polideportivo de Saleres, como agradecimiento por su labor de promoción de la identidad, cultura y memoria de los pueblos del Valle.


🧾 Conclusión: una vida al servicio de la verdad


Vitaliano Fortunio es, ante todo, un constructor de puentes: entre Italia y España, entre la guerra y la palabra, entre generaciones, entre lo analógico y lo digital, entre la memoria del pasado y la esperanza del futuro.


Desde la Legión en Argelia al corazón de Granada, su vida está hecha de batallas ganadas con inteligencia, ética y cariño. El Valle de Lecrín ha tenido la suerte de contar con él como cronista, amigo y vecino.


> “La Legión me enseñó a vivir solo, pero el Valle me enseñó a vivir en comunidad”.

— Vitaliano Fortunio, en una charla en Dúrcal.



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