Los molinos de Albuñuelas
Los molinos de Albuñuelas (Granada), como en otros pueblos del Valle de Lecrín, jugaron un papel fundamental en la economía local desde época andalusí hasta bien entrado el siglo XX. Gracias a su abundancia de agua y a la estructura escalonada del terreno, Albuñuelas fue un enclave ideal para la construcción de molinos hidráulicos.
1. Historia de los molinos en Albuñuelas
Los molinos más antiguos de Albuñuelas se remontan a época morisca (siglos XIII al XVI), cuando los habitantes del Reino de Granada desarrollaron una red eficiente de acequias y molinos. Tras la expulsión de los moriscos en el siglo XVI, muchos de estos molinos siguieron activos gracias a la población repobladora. Durante los siglos XVIII y XIX se modernizaron algunos de ellos, y funcionaron hasta mediados del siglo XX, cuando la industrialización y el abandono progresivo del campo provocaron su desuso.
2. Tipos de molinos en Albuñuelas
En Albuñuelas existieron principalmente dos tipos de molinos:
Molinos harineros hidráulicos: Los más comunes. Molían trigo, cebada y maíz para producir harina destinada al consumo local. Funcionaban gracias a la fuerza del agua canalizada desde acequias o nacimientos.
Molinos de aceite (almazaras): Aunque menos frecuentes que los harineros, también existieron. Se usaban para triturar aceitunas y extraer el aceite. Podían funcionar con agua (almazaras hidráulicas) o con tracción animal o mecánica en los siglos posteriores.
Además, algunos molinos fueron reconvertidos o ampliados para incluir bataneos (para el tratamiento de lanas).
3. Funcionamiento de los molinos hidráulicos
El funcionamiento de un molino hidráulico harinero en Albuñuelas seguía este esquema básico:
Acequia o “caz”: Se captaba el agua de una acequia o nacimiento natural y se llevaba mediante un canal hacia el molino.
Cubo: Era una torre o depósito donde se almacenaba el agua para ganar presión. Desde allí caía por un tubo llamado saetillo.
Rueda hidráulica o rodezno: El chorro de agua impactaba en esta rueda horizontal, haciéndola girar.
Eje de transmisión: Un eje vertical conectado al rodezno transmitía el movimiento giratorio a la piedra superior del molino.
Piedras de moler: Eran dos: la inferior fija (solera) y la superior móvil (volandera). El grano se introducía por el centro y era molido entre ambas.
La harina resultante se tamizaba manualmente o con cedazos giratorios.
4. Importancia social y económica
Los molinos no solo eran esenciales para la producción de harina y aceite, sino que también eran lugares de encuentro y relación social. Los vecinos llevaban el grano para moler y, mientras esperaban turno, intercambiaban noticias y costumbres. El molinero a menudo cobraba una parte de la molienda como pago, lo que se conocía como la maquila.
Además, la existencia de molinos permitió una economía relativamente autosuficiente en Albuñuelas durante siglos.
5. Albuñuelas albergó una notable concentración de molinos, tanto harineros como aceiteros, que fueron esenciales para su economía agrícola y artesanal. Según el Catastro del Marqués de la Ensenada (siglo XVIII), en Albuñuelas existían al menos tres molinos de aceite y tres de harina, lo que evidencia su importancia en la vida cotidiana del municipio .
6. 🏛️ Molinos destacados en Albuñuelas
Molinos en Albuñuelas, agrupados en dos zonas principales:
A. Molinos situados en la cuenca del Río Santo.
Esta zona escarpada y de gran belleza natural albergó varios molinos hidráulicos que aprovechaban el caudal del barranco. Entre ellos se encuentran:
El Molino Bajo (junto a las cuevas). Localizado en la zona inferior del cerro del Castillo, toma agua del río a través de una acequia que la lleva hasta el sifón. Este molino sustituyó a otro situado unos metros más abajo que se lo llevó el río en una de sus fuertes crecidas.
Molino de los Úbedas: Situado en un entorno pintoresco, es uno de los más emblemáticos de la zona. Antiguo molino de harina movido por las aguas del río. Conocido también como Molino de Aurelio.
Para mover el molino se utilizaba una alberca que cuando estaba llena soltaba el agua hacia el rodezno de una piedra. El molino tenía dos piedras.
El de los Fondos o Fondas. Antiguo molino de harina, que estuvo en funcionamiento hasta finales de la década de los 60 del S. XX.
Molino Fajardo.
Batán. Lo menciona el Marqués de la Ensenada en 1752. Molino dedicado a la obtención de paño. Pudo estar ubicado entre el Molino de los Úbeda y el de los Fondas, se lo terminó llevando el río.
Estos molinos utilizaban el desnivel del terreno y la fuerza del agua para moler grano, siendo fundamentales para la producción local de harina.
B. Molinos en el pueblo.
En el núcleo urbano y sus inmediaciones también se encontraban varios molinos, como:
Molino de Pepito Fernández. Antiguo molino de aceite, movido por animales. La prensa era de viga arábiga. Situado en el Barrio Bajo. Pertenece a la Familia de "Pepico Fernández". Del molino solamente queda un sostén donde iba colocaba la citada viga arábiga y parte del patio.
Molino de Harina del Barrio Bajo. Sólo se conservan dos cárcavos, en la parte baja de la casa de José Jiménez (Familia de "Joseico el Puo". El molino movía sus dos piedras con el agua de la acequia que pasa por el mismo Barrio Bajo.
Molino de Arneta. Antiguo Molino para la obtención de aceite, molino de sangre (movido por animales). La presa era de hierro y hasta hace poco pertenecía a José Anguita Palma (El Chato).
Molino del Tío Bayo: Ubicado cerca del lavadero homónimo, es conocido por su estructura y ubicación estratégica. Molino de aceite. Al fondo de los lavaderos se ven las piedras del molino.
Otro antiguo Molino de Aceite a la entrada del pueblo. Funcionaba con electricidad, propiedad de Manuel Durán.
Molino de Plata: Construido en 1880, funcionó como molino de harina y aceite. Actualmente, ha sido restaurado y convertido en un alojamiento boutique, conservando elementos originales de su estructura .
Estos molinos estaban integrados en la vida urbana y eran accesibles para los habitantes del pueblo, facilitando el procesamiento de productos agrícolas sin necesidad de desplazamientos largos.
7. ⚙️ Funcionamiento y tipología
Los molinos de Albuñuelas eran principalmente hidráulicos, aprovechando la abundancia de agua proveniente de la sierra. Funcionaban mediante un sistema de acequias que canalizaban el agua hacia un depósito (cubo), desde donde caía con fuerza sobre una rueda hidráulica (rodezno), generando el movimiento necesario para moler el grano entre dos piedras.
Además de los molinos harineros, existían almazaras para la extracción de aceite de oliva. Estas instalaciones también utilizaban la energía hidráulica para accionar prensas que trituraban las aceitunas, separando el aceite del alpechín.
8. 🗺️ Patrimonio y conservación
Aunque muchos de estos molinos han caído en desuso y se encuentran en estado de ruina, algunos han sido restaurados o conservan elementos arquitectónicos que permiten apreciar su estructura original. La Mancomunidad del Valle de Lecrín y diversas iniciativas locales han trabajado en la catalogación y puesta en valor de este patrimonio, reconociendo su importancia histórica y cultural para la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario