Historia del pueblo de Acequias (Granada, España):
Desde sus orígenes hasta la actualidad
Acequias, una pequeña localidad y pedanía perteneciente al municipio de Lecrín, en la provincia de Granada, España, es un enclave de gran riqueza histórica y cultural, situado en el corazón del Valle de Lecrín. Su nombre, derivado del árabe al-sāqiya («la acequia»), refleja la importancia de los sistemas de riego en su desarrollo, un legado que se remonta a la época medieval islámica. A lo largo de los siglos, Acequias ha sido testigo de transformaciones políticas, sociales y económicas, desde su papel como campamento militar durante la Rebelión de los Moriscos hasta su actual recuperación demográfica gracias a la llegada de residentes europeos. Este artículo recorre la historia de Acequias, desde sus orígenes hasta el presente, destacando los hitos que han configurado su identidad.
Orígenes: La herencia árabe y el sistema de acequias
Los orígenes de Acequias están profundamente ligados a la presencia islámica en la península ibérica, particularmente durante el período de Al-Ándalus (siglos VIII-XV). El topónimo Acequias proviene del árabe al-sāqiya, que significa «la acequia», en referencia a los canales de riego que eran esenciales para la agricultura en la región. Estos sistemas hidráulicos, de origen medieval, permitieron transformar tierras áridas en cultivos productivos, sentando las bases del desarrollo económico de la zona. La Acequia Gorda, uno de los canales más antiguos de la Vega de Granada, tiene raíces que se remontan al menos al siglo XI, bajo el reinado de los reyes ziríes o nazaríes, como Badis ben Habús o su nieto Abd Allah. Según el historiador Ibn al-Jatib, la construcción de estas infraestructuras se llevó a cabo entre 1073 y 1090, consolidando la importancia de Acequias como un núcleo agrícola en el Valle de Lecrín.
Geográficamente, Acequias se encuentra en una posición privilegiada, a 867 metros de altitud, siendo el núcleo más elevado del municipio de Lecrín. Está enmarcado por el río Torrente, el barranco del Pleito y el cerro Gordo, lo que le otorga un entorno natural único.
Durante la época islámica, la localidad formaba parte de un entramado de alquerías (pequeñas comunidades rurales) que dependían de la cercana ciudad de Granada. Estas alquerías se beneficiaban de los sofisticados sistemas de riego que distribuían el agua del río Genil y otros cauces, permitiendo el cultivo de hortícolas, frutales y otros productos que impulsaron la economía local.
La Rebelión de los Moriscos y el campamento militar (siglo XVI)
Un momento clave en la historia de Acequias ocurrió en 1569, durante la Rebelión de los Moriscos, un conflicto que enfrentó a la población morisca de Granada contra la corona española. En este contexto, el Duque de Sessa, enviado por Don Juan de Austria, estableció en Acequias un campamento y presidio militar con el objetivo de proteger la cercana ciudad de Órgiva, que sufría constantes ataques. Este episodio marcó la importancia estratégica de Acequias en la región, consolidándola como un enclave defensivo durante un período de gran tensión social y política.
Durante esta época, Acequias también albergaba casas señoriales, como la de la familia de Doña María de Blanes, que reflejan la presencia de una élite local. Estas residencias, algunas de las cuales han sido restauradas en tiempos modernos, son testimonio de la relevancia socioeconómica del pueblo en el siglo XVI. Sin embargo, la Rebelión de los Moriscos tuvo consecuencias devastadoras para la región, incluyendo el saqueo de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, un templo que data de esa época y que aún conserva elementos de su arquitectura original.
La iglesia de San Antón:
Un legado renacentista
Uno de los monumentos más destacados de Acequias es la iglesia de San Antón, construida a mediados del siglo XVI por el arquitecto Alonso de Vico. Este templo renacentista, de una sola nave, cuenta con una torre de dos cuerpos rematada por una veleta de hierro forjado del siglo XVIII. Su interior está adornado con un artesonado mudéjar y retablos policromados dedicados a San Antón (patrón del pueblo), San José y San Andrés Apóstol. La iglesia, que sufrió daños durante la Rebelión de los Moriscos, ha sido un símbolo de la identidad religiosa y cultural de Acequias a lo largo de los siglos. Cada 17 de enero, la festividad de San Antón se celebra con una procesión y una verbena, manteniendo viva una tradición que une a la comunidad.
Acequias como municipio independiente y su integración en Lecrín
Hasta 1967, Acequias fue un municipio independiente, con su propia administración y una población que, aunque modesta, sostenía una economía basada en la agricultura. Sin embargo, en ese año, Acequias se fusionó con las localidades de Chite, Mondújar, Murchas y Talará para formar el municipio de Lecrín, en un proceso impulsado por la Diputación de Granada como una experiencia piloto de reorganización administrativa. Seis años más tarde, en 1973, Béznar se unió al municipio, completando la configuración actual de Lecrín. Esta fusión marcó un cambio significativo en la identidad administrativa de Acequias, que pasó de ser un pueblo autónomo a una pedanía dentro de un municipio más amplio.
La segunda mitad del siglo XX fue un período de declive demográfico para Acequias, al igual que para muchos otros pueblos rurales de España. La emigración hacia las ciudades y la mecanización de la agricultura redujeron la población, que en 2017 se situaba en apenas 102 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística. De estos, solo 39 residían de forma permanente, lo que refleja la naturaleza tranquila y poco poblada del pueblo en esa época.
La recuperación demográfica:
La llegada de residentes europeos
A partir de finales del siglo XX y principios del XXI, Acequias comenzó a experimentar una revitalización gracias a la llegada de residentes procedentes del centro y norte de Europa, principalmente ingleses. Este fenómeno de repoblación ha sido crucial para la recuperación demográfica y económica del pueblo.
Los nuevos habitantes, atraídos por la tranquilidad, el paisaje y el clima del Valle de Lecrín, han contribuido a la restauración de casas tradicionales, como la mencionada casa señorial de Doña María de Blanes, que fue adaptada al estilo inglés. Esta migración ha dado un nuevo impulso a Acequias, transformándola en un destino para quienes buscan un estilo de vida rural y sostenible.
El alojamiento rural Tía María, con su piscina y jardines, es un ejemplo de cómo el turismo rural se ha convertido en un motor económico para Acequias. Este establecimiento ofrece vistas privilegiadas y capacidad para doce personas, atrayendo a visitantes que desean disfrutar de la calma y la belleza natural del entorno. La ausencia de servicios como bares, restaurantes o comercios en el pueblo no ha sido un obstáculo, ya que los residentes y visitantes pueden acceder fácilmente a localidades cercanas como Nigüelas o Dúrcal, donde encuentran todo lo necesario.
Acequias en la actualidad:
Un pueblo sencillo con un rico patrimonio
Hoy en día, Acequias es un pueblo que conserva su esencia rural y su carácter tranquilo. Con una población que no supera los 40 habitantes permanentes, según estimaciones locales, la vida en Acequias transcurre al ritmo pausado de las actividades agrícolas y las tradiciones comunitarias. El sonido del agua corriendo por las acequias subterráneas sigue siendo una constante, evocando el legado árabe que dio origen al pueblo. Las empinadas calles, las casas blancas y los paisajes del Valle de Lecrín crean un escenario idílico que atrae tanto a residentes como a visitantes.
El patrimonio cultural de Acequias incluye no solo la iglesia de San Antón, sino también las historias y recuerdos de sus habitantes. José María, un vecino que ha recopilado más de 4.000 fotografías de Acequias y sus gentes, está trabajando en un libro que documenta tres generaciones de «acequieros». Este esfuerzo refleja el deseo de preservar la memoria del pueblo, especialmente en un contexto de cambios demográficos y modernización. Anécdotas como la del político Natalio Rivas, cuyo coche quedó atascado en Acequias y que prometió arreglar la carretera tras ser rescatado por los vecinos, añaden un toque de color a la historia local.
Desde el punto de vista ambiental, las acequias de Acequias y del Valle de Lecrín siguen siendo un elemento vital. Estos sistemas de riego tradicionales no solo sostienen la agricultura, sino que también contribuyen a la recarga de acuíferos, el drenaje en caso de lluvias torrenciales y la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, las acequias enfrentan desafíos modernos, como la propuesta de sustituirlas por tuberías, lo que podría alterar el paisaje y el patrimonio cultural de la región. Organizaciones y comunidades de regantes abogan por su conservación, destacando su valor histórico y ecológico.
Conclusión
La historia de Acequias es un reflejo de la riqueza cultural y la resiliencia de los pequeños pueblos de Granada. Desde sus orígenes como una alquería sustentada por las acequias de la época islámica, pasando por su papel estratégico durante la Rebelión de los Moriscos, hasta su transformación en un refugio para residentes europeos en el siglo XXI, Acequias ha sabido adaptarse a los cambios sin perder su esencia. Su iglesia renacentista, sus tradiciones y su entorno natural hacen de este pueblo un lugar único en el Valle de Lecrín. En un mundo cada vez más globalizado, Acequias nos recuerda la importancia de preservar el patrimonio cultural y ambiental, mientras se abraza un futuro de convivencia y sostenibilidad.
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