🏰 El Marqués de Mondéjar y su papel en la Guerra de las Alpujarras 🗡️
En el corazón del siglo XVI, el Valle de Lecrín y la Alpujarra fueron escenario de un conflicto que marcó la historia de Granada: la Rebelión de los Moriscos (1568-1571). En este contexto, Íñigo López de Mendoza, III Marqués de Mondéjar, jugó un papel crucial como Capitán General del Reino de Granada, liderando las tropas cristianas contra los moriscos sublevados. 🛡️
La rebelión estalló en la víspera de Navidad de 1568 en Béznar (Valle de Lecrín), cuando los moriscos proclamaron a Aben Humeya como su rey. El Marqués de Mondéjar, consciente de la importancia estratégica del Valle de Lecrín como puerta de acceso a la Alpujarra, partió desde Granada el 3 de enero de 1569 con un ejército de 2.000 infantes y 400 jinetes. Su primer objetivo fue el puente de Tablate, un paso clave que los moriscos habían destruido para frenar su avance. Tras una feroz batalla el 10 de enero, las tropas cristianas reconstruyeron el puente y lograron entrar en la Alpujarra, marcando un punto de inflexión en la campaña.
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Mondéjar adoptó una estrategia mixta: combinó acciones militares contundentes, como la liberación de Órgiva tras 17 días de asedio, con negociaciones para atraer a los moriscos moderados. En lugares como Juviles, Pitres y Ugíjar, su ejército doblegó la resistencia, aunque su política de pactos le valió críticas de quienes, como el presidente de la Chancillería, Pedro de Deza, y el Marqués de los Vélez, abogaban por una represión más dura. 🏞️
A pesar de sus éxitos iniciales, como la pacificación parcial de la Alpujarra en solo un mes, Mondéjar enfrentó desafíos. Los moriscos, expertos en el terreno abrupto, usaban tácticas de guerrilla, emboscando a las tropas cristianas en lugares como el Barranco de la Sangre. Además, las rivalidades con otros líderes cristianos y la indisciplina de sus milicias complicaron la campaña. En 1570, Felipe II lo destituyó, reemplazándolo por Don Juan de Austria, quien finalmente sofocó la rebelión. ⚔️
El legado del Marqués de Mondéjar en el Valle de Lecrín y la Alpujarra es complejo. Por un lado, su liderazgo militar frenó el avance de los rebeldes; por otro, su enfoque negociador, aunque pragmático, no logró evitar la escalada del conflicto ni la posterior expulsión de los moriscos, que marcó un declive económico y cultural en la región, especialmente en la producción de seda. 🌿
📜 Un episodio de valentía, estrategia y tensiones que aún resuena en la historia de Granada. ¿Conocías esta fascinante página de nuestro pasado? ¡Comparte y déjame tu opinión! 💬
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