![]() |
Masud |
🌿 Masud, el artesano de la seda
Homenaje a Antonio J. Medina Peregrina de Padul
En las páginas del periódico El Valle de Lecrín, allá por la serie “Padul, año cero”, nació un personaje que ya forma parte del alma literaria del Valle: Masud, el artesano de la seda.
Masud no existió en los archivos ni en los libros de historia. Nació de la pluma y la sensibilidad de Antonio J. Medina Peregrina, cronista, narrador y amante de nuestra tierra. Pero como ocurre con los buenos personajes, con los que trascienden el papel, hoy sentimos que Masud fue tan real como los viejos morales que aún guardan sombra junto a las acequias.
Ciego o casi ciego, de manos ásperas y corazón duro para el mundo, Masud aparece como un sabio humilde, artesano de un oficio que marcó la economía nazarí: la cría del gusano de seda y el hilado de sus hilos. A su lado siempre está su nieto Rashid, su guía y sus ojos, el aprendiz al que entrega sus secretos con la paciencia de quien sabe que el tiempo es breve y la herencia debe quedar sembrada.
En torno a Masud, Medina dibuja un fresco histórico de la alquería del Padul en el siglo XIII: los campos de olivos y almendros, la laguna, las acequias de Al-Ancón, la mezquita, los prados donde pastorea su inseparable amigo Amin, el pastor, y las idas y venidas de su hijo Hixen, caballero al servicio de los reyes de Granada.
Masud es más que un personaje: es la memoria viva de un pueblo. Su voz áspera, sus manos callosas, sus ojos nublados pero llenos de sabiduría, representan la unión entre lo cotidiano y lo eterno:
la seda que hilaba para Granada,
la oración de los viernes,
el abrazo de un hijo que vuelve de la guerra,
el requesón compartido a la sombra de una encina,
el sueño de paz para que Rashid herede un valle en sosiego.
Gracias a Antonio J. Medina, Masud ha quedado para siempre como símbolo de la dignidad de los oficios, la transmisión entre generaciones y la raíz musulmana del Valle de Lecrín.
Hoy, al recordarlo, no solo evocamos a un personaje: rendimos homenaje a su creador, Antonio J. Medina Peregrina, que con su escritura supo rescatar la voz de aquellos que nunca salen en los manuales de historia, pero que levantaron con su esfuerzo y su fe el alma de nuestra tierra.
🌿 Masud vive, porque Antonio lo escribió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario