🚋 El Tranvía de Dúrcal a Granada: Un Viaje a Través de la Historia del Valle de Lecrín 🚋
Hace un siglo, el sonido de las campanas del tranvía resonaba por el Valle de Lecrín, conectando los corazones de sus habitantes con la vibrante capital granadina. El tranvía de Dúrcal a Granada, una obra emblemática de la modernidad de su tiempo, marcó un antes y un después en la vida de esta comarca. Acompáñanos en este recorrido por su fascinante historia. 🕰️
🌟 Los Inicios: Un Sueño que Toma Forma
El proyecto del tranvía, impulsado por la empresa Tranvías Eléctricos de Granada S.A. (TEGSA), comenzó a gestarse en 1920. Con capital zaragozano y granadino, la línea Granada-Dúrcal (30 km) se diseñó para unir la capital con el Valle de Lecrín, pasando por estaciones como Armilla, Alhendín, Otura, Padul, Llanos y Dúrcal. 🛤️
El 10 de febrero de 1923, el tranvía llegó hasta Padul, y en 1924, tras la construcción del icónico Puente de Lata (diseñado por un discípulo de Eiffel y trasladado desde Gor), la línea alcanzó Dúrcal. Este viaducto de 199 metros de longitud y 51 de altura, construido con roblones al estilo de la Torre Eiffel, se convirtió en un símbolo de progreso y en un orgullo para los durqueños. 🌉
🚃 El Tranvía en Acción: Un Motor de Vida
Para los habitantes del Valle de Lecrín, el tranvía fue mucho más que un medio de transporte. Era el hilo que tejía la conexión con Granada, llevando personas, mercancías y sueños. Los agricultores transportaban sus productos (como las famosas cerezas de Dúrcal o el azúcar de la región) a los mercados de la capital, mientras que los viajeros accedían a servicios, comercios y oportunidades que antes parecían lejanas. 🍒
El tranvía transformó la cultura del Valle, acelerando el ritmo de vida y fomentando el intercambio económico y social. Las estaciones, como la de Dúrcal, con su edificio de pasajeros y almacenes, eran puntos de encuentro donde se compartían historias y se forjaban lazos. Además, la línea se complementó en 1927 con el Cable Aéreo Dúrcal-Motril, el más largo de Europa (38 km), que conectaba el Valle con la costa, transportando minerales y productos agrícolas. 🌊
🛑 El Declive: El Fin de una Era
A pesar de su importancia, el tranvía comenzó a perder protagonismo en los años 50. La mejora de las carreteras y la popularidad del automóvil, junto con la lentitud del tranvía (tardaba una hora en llegar a Granada frente a los 30 minutos de los autobuses), marcaron su declive. En 1974, la línea Granada-Dúrcal realizó su último viaje, cerrando un capítulo de 50 años de historia. 😔
El desmantelamiento fue un golpe para el Valle, pero el legado del tranvía perdura. El Puente de Lata, restaurado recientemente, sigue siendo un emblema de Dúrcal, y las historias de los viajes en tranvía viven en la memoria de los mayores del Valle. 💖
🌍 Un Legado que Inspira
El tranvía no solo conectó pueblos, sino que abrió las puertas al progreso y a la modernidad en el Valle de Lecrín. Hoy, su recuerdo nos invita a valorar la importancia de las infraestructuras que unen comunidades y a preservar nuestro patrimonio histórico. Si pasas por Dúrcal, no olvides visitar el Parque de la Estación o caminar por la Ruta de los Puentes, donde el eco del tranvía aún resuena. 🏞️
📸 ¿Tienes fotos o anécdotas del tranvía? ¡Compártelas en los comentarios! Y si quieres revivir esta historia, ven al Valle de Lecrín, donde el pasado y el presente se encuentran en cada rincón. 💬
Fuentes: Información recopilada de durcal.net, adurcal.com, turismovalledelecrin.com y ferropedia.es.
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