El Padre Ferrer de Padul

 El Padre Ferrer: El legado de Manuel Ferrer Muñoz en Padul y Sierra Nevada 

En el corazón de Padul, Granada, nació el 4 de diciembre de 1920 un hombre que dejó una huella imborrable: Manuel Ferrer Muñoz, conocido como el Padre Ferrer. Este sacerdote jesuita, montañero y naturalista no solo fue un guía espiritual, sino también un apasionado defensor de la naturaleza y un pilar en la formación de generaciones de jóvenes. Su vida estuvo profundamente ligada a su pueblo natal y a la majestuosa Sierra Nevada, que inmortalizó en sus escritos y fotografías. 

Nacido en Padul, el Padre Ferrer creció con un amor por la montaña que le inculcó un maestro de su infancia. Este vínculo con la naturaleza lo llevó a organizar excursiones y campamentos en Sierra Nevada, donde miles de jóvenes aprendieron valores como el compañerismo, el esfuerzo y el respeto por el entorno. Su obra más icónica, el libro "Sierra Nevada" (1971), es considerada una joya de la literatura de montaña, acompañada de detalladas cartografías y fotografías que capturan la esencia del macizo penibético. 

Su compromiso con Padul fue inquebrantable. Además de colaborar como párroco en la localidad entre 1992 y 1998 y ser arcipreste del Valle de Lecrín, escribió sobre la historia medieval de su pueblo en "El Padul, un poco de Historia". Su dedicación le valió el título de Hijo Predilecto de Padul, y hoy, un mirador en la Sierra de El Manar lleva su nombre, ofreciendo vistas espectaculares que reflejan su amor por la tierra que lo vio nacer. 

El Padre Ferrer también destacó por su labor educativa. Durante casi dos décadas, lideró las Congregaciones Marianas en Granada, Málaga y Almería, formando a jóvenes en un contexto donde las alternativas eran escasas. Su enfoque integral, combinando fe, cultura y contacto con la naturaleza, marcó la vida de muchos, algunos de los cuales llegaron a ser destacados profesionales. 

En 2021, para conmemorar el centenario de su nacimiento, se restauró el Mirador del Padre Ferrer y se organizaron exposiciones en su honor, como la de la Biblioteca de Andalucía, que mostró su legado fotográfico y literario. Su obra sigue inspirando a quienes recorren los senderos de Sierra Nevada o pasean por las calles de Padul. 

Manuel Ferrer Muñoz falleció en Málaga en 2009, pero su espíritu vive en cada rincón de Padul, en las cumbres de Sierra Nevada y en el corazón de quienes lo conocieron. 

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